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"El gato negro" - Edgar Allan Poe

EL
AUTOR

Imagen del autor

Edgar Allan Poe fue escritor, poeta, crítico literario y editor.

Trabajó como editor y crítico en varias publicaciones literarias, donde adquirió una reputación tanto por su perspicacia crítica como por sus opiniones a veces despiadadas.

Nació en Boston, Massachusetts (Estados Unidos), el 19 de enero de 1809. Su infancia fue trágica y difícil. Su padre, David Poe, abandonó a la familia poco después de su nacimiento, y su madre, Elizabeth Arnold Poe, una actriz talentosa, murió de tuberculosis cuando él tenía solo tres años. Esto dejó a Poe y a sus dos hermanos huérfanos a una edad temprana.

Después de la muerte de su madre, Poe fue acogido por una familia acomodada de Richmond, Virginia: John y Frances Allan. Sin embargo, la relación con su padre adoptivo fue complicada y conflictiva. John, un comerciante de tabaco, nunca adoptó formalmente a Poe y a menudo lo reprendía por su carácter sensible e inclinación por las artes. Además, aunque Frances lo trataba con cariño, John era distante y severo, lo que generó tensiones constantes entre ellos.

Durante su juventud, Poe también asistió a buenas escuelas en Inglaterra y Estados Unidos, donde comenzó a destacar por sus habilidades intelectuales. Sin embargo, el conflicto con su padre y los problemas económicos que enfrentó cuando ingresó a la Universidad de Virginia lo llevaron a abandonar los estudios y eventualmente a tener una vida llena de desafíos y conflictos personales, dentro de ellos una salud frágil.

Su mayor logro fue su contribución al desarrollo de la literatura de misterio y horror gótico, así como su impacto en la narrativa de cuentos cortos. Fue pionero en varios géneros y estilos literarios, creando una obra que ha perdurado y sigue influyendo en la literatura y el arte hasta hoy.

Su estilo único y su exploración de la psicología humana y temas como la muerte, el amor perdido y el terror han hecho que sus obras sean atemporales.

La etapa final de la vida de Edgar Allan Poe fue trágica y llena de dificultades. En sus últimos años, enfrentó varios problemas de salud, depresión, adicción al alcohol y una constante inestabilidad económica. Su esposa, Virginia Clemm, con quien se había casado cuando ella era muy joven, murió en 1847 después de una larga lucha contra la tuberculosis, lo que afectó profundamente a Poe y agravó su estado emocional y su salud mental.

Poe intentó rehacer su vida en sus últimos años, e incluso se comprometió con una antigua novia, Sarah Elmira Royster. Sin embargo, sus problemas no mejoraron, y su vida continuó siendo inestable. El 3 de octubre de 1849, fue encontrado en las calles de Baltimore en un estado de confusión, usando ropa que no parecía ser la suya. No se sabe con certeza qué ocurrió en esos días finales; hay teorías que sugieren que pudo haber sido víctima de algún tipo de violencia, coacción para votar en elecciones locales, o incluso de una intoxicación accidental.

Fue llevado al Hospital Universitario de Washington College en Baltimore, donde falleció el 7 de octubre de 1849, a los 40 años, bajo circunstancias misteriosas que aún no se comprenden del todo. Sus últimas palabras fueron "¡Que Dios ayude a mi pobre alma!".

Algunos aspectos de su muerte siguen siendo tema de especulación y análisis, por lo que los detalles finales de su vida también se basan en hipótesis y teorías históricas.

El gato negro, uno de los cuentos más conocidos de Edgar Allan Poe, se publicó por primera vez el 19 de agosto de 1843 en la revista The Saturday Evening Post, que en ese momento se llamaba The United States Saturday Post. La historia es un claro ejemplo del estilo gótico de Poe, explorando temas de culpa, locura y lo sobrenatural. Este relato, como otros de sus cuentos, fue parte de la serie de historias que ayudaron a consolidar la reputación de Poe como maestro de la narrativa de horror psicológico.

El cuento fue bien recibido en su época y, aunque no generó grandes ingresos para él, se volvió popular y fue reimpreso en varias revistas. Su éxito se debió en parte al impacto que causaba en los lectores, ya que exploraba la locura y la violencia de manera perturbadora y original, lo cual no era común en la literatura de la época.

El hilo conductor de El gato negro es la progresiva degradación moral y psicológica del protagonista, quien, bajo la influencia de la culpa, el alcoholismo y la paranoia, se convierte en un hombre violento y autodestructivo. El relato sigue su descenso a la locura, desencadenado por sus actos crueles hacia un gato negro llamado Plutón (Pluto en algunas ediciones) y, posteriormente, hacia un segundo gato que parece idéntico al primero. A medida que sus acciones se vuelven más brutales, especialmente hacia su esposa y el segundo gato, la historia se convierte en una exploración del remordimiento, la superstición y la justicia ineludible.

La culpa y el miedo son elementos centrales que impulsan la trama. El protagonista se ve cada vez más atrapado por una sensación de persecución y condena inevitable, representada por la figura del gato. Esto culmina en un final en el que su propio crimen es revelado accidentalmente, mostrándolo como víctima de sus propias acciones. El relato utiliza esta espiral de locura y el elemento sobrenatural del gato negro como símbolo de la conciencia culpable, creando un suspenso que mantiene nuestro interés desde el principio hasta el trágico desenlace.

El autor escribió El gato negro como parte de su exploración de temas oscuros y psicológicos, que eran características centrales en su obra. A través de este cuento, Poe investigaba la naturaleza del lado oscuro de la mente humana. Su interés en estos temas probablemente tenía raíces en sus propias experiencias de vida, marcadas por la pérdida, el sufrimiento y las dificultades emocionales y económicas. Poe estaba profundamente interesado en cómo el remordimiento y la culpa pueden atormentar al ser humano, llevándolo a la autodestrucción.

Además, El gato negro refleja las influencias del romanticismo oscuro, un movimiento literario que se enfocaba en temas de perversidad, muerte y lo sobrenatural, conceptos que Poe también exploró en otros relatos. Es posible que Poe también buscara impresionar y causar un fuerte impacto en sus lectores, aprovechando temas que desafiaban las normas literarias de su tiempo al abordar los impulsos irracionales y violentos de la psique humana.

Cuando escribió este cuento, se encontraba en un contexto histórico de gran agitación social, económica y cultural en Estados Unidos. Este periodo fue una época de transformación, marcada por una serie de factores que influyeron en su vida y obra.

A nivel literario, Estados Unidos estaba experimentando un auge del romanticismo, especialmente del subgénero gótico, que exploraba temas oscuros, la naturaleza humana y lo sobrenatural. Poe, como escritor de este movimiento, se alineó con la tradición europea del gótico oscuro, inspirándose en autores como Mary Shelley y Lord Byron, pero dándole su propio enfoque psicológico y perturbador. La influencia de lo gótico también estuvo presente en la creciente fascinación por lo macabro y lo irracional que dominaba la cultura de la época.

En aquella década del ‘40, Estados Unidos vivía una época de crecimiento y expansión, pero también de tensiones sociales y políticas. Había una creciente urbanización, y las clases bajas luchaban por sobrevivir mientras las élites vivían en relativa opulencia. En este contexto, Poe se sentía alienado y marginado debido a su lucha constante con las editoriales y su vida de pobreza. Su perspectiva de la sociedad estaba profundamente influenciada por el escepticismo y el pesimismo sobre la naturaleza humana, lo que puede haber influido en la atmósfera de descomposición moral y violencia que permea El gato negro.

EL
LIBRO

Portada del libro

Psicología y alcohol

El siglo XIX fue un periodo de transición para el entendimiento del alcohol y la psicología.

El alcohol estaba ganando notoriedad por sus efectos destructivos en la sociedad, y la psicología comenzaba a indagar en la mente humana y sus trastornos, aunque aún desde un enfoque rudimentario. Poe, al reflejar estas tensiones en su obra, proporcionó una visión temprana y aguda de los efectos del alcohol y los trastornos mentales que anticiparon algunas de las discusiones modernas sobre la psicología.

Durante ese siglo, el consumo de alcohol estuvo mucho más integrado en la vida cotidiana de la gente, tanto en la sociedad estadounidense como en otras partes del mundo. Se consumía con regularidad en casi todas las clases sociales, y las bebidas alcohólicas como el ron, el vino, el whisky y el brandy eran comunes en las reuniones sociales, en el hogar y en los bares. A menudo se veía el consumo de alcohol como parte de una vida social normal y, en algunos casos, como una manera de aliviar las tensiones diarias.

Sin embargo, la percepción del alcohol empezó a cambiar con la creciente conciencia sobre sus efectos nocivos, especialmente hacia el final de la década de 1830 y principios de la de 1840. Fue entonces cuando surgió el movimiento de “la templanza”, que promovía la abstención del alcohol. Este movimiento alertaba sobre los peligros del abuso de bebidas alcohólicas, especialmente entre las clases trabajadoras y la clase baja, cuyas vidas a menudo se veían destruidas por la adicción.

En términos de psicología, la disciplina estaba en sus inicios y aún no existía como un campo completamente formado como lo conocemos hoy. A finales del siglo XIX, Sigmund Freud y otros pioneros del psicoanálisis no habían comenzado su trabajo, y la comprensión de la mente humana y los trastornos psicológicos era limitada. Las teorías sobre las enfermedades mentales eran rudimentarias y a menudo se confundían con supersticiones o ideas religiosas.

En la época de Poe, algunas ideas modernas sobre la mente y el comportamiento ya estaban comenzando a gestarse. Los médicos de la época comenzaban a reconocer las conexiones entre la salud mental y el comportamiento, pero los tratamientos eran generalmente precarios y a menudo basados en remedios simples o crueles (como la sangría o el aislamiento). La locura y el delirio eran, con frecuencia, diagnosticados en términos morales, como castigos divinos o consecuencias del pecado, antes de ser vistos como trastornos médicos complejos.

El mix
‘Psicología / alcohol ft. Poe’

La literatura de la época, incluida la obra de Poe, reflejaba los primeros intentos por explorar los estados de la mente humana. En El gato negro, Poe describe el progresivo deterioro psicológico del protagonista debido a su culpa y obsesión, utilizando el alcohol como un catalizador para la locura. El protagonista de la historia parece estar experimentando una especie de trastorno mental provocado por el abuso del alcohol y el tormento moral. La percepción de la salud mental en ese tiempo no estaba tan avanzada como hoy, pero Poe fue innovador al explorar estos temas con tal profundidad.

En este relato, el autor presentó la combinación de alcoholismo y trastornos psicológicos como una espiral destructiva que acabó tanto con la moralidad como con la estabilidad mental del individuo. El abuso del alcohol actúa como la chispa que inicia el colapso psicológico, mientras que la culpa y la paranoia se apoderan de la mente del narrador, llevándolo a una locura cada vez más profunda.

El gato negro no solo explora la degeneración física del protagonista a causa del alcohol, sino también la devastadora destrucción de su psique, mostrando el poder de la mente humana cuando es arrastrada por las sombras de la culpa y la enfermedad mental. La auto-justificación es un mecanismo común en las personas con trastornos psicológicos o adicciones, quienes se aferran a explicaciones distorsionadas de sus acciones para evitar enfrentar la gravedad de sus transgresiones. El final de la historia muestra cómo el alcohol y la culpa, sumados a la paranoia, conducen a una psicosis total.

En El gato negro, la relación entre estos factores es un ejemplo temprano de lo que hoy se podría analizar como un trastorno de conducta vinculado al abuso de sustancias. El protagonista no solo comete un crimen, sino que se somete a una autodestrucción emocional que se refleja en su incapacidad para comprender la magnitud de sus propios actos.

La estructura del
cuento

Edgar Allan Poe estructuró El gato negro de manera que refuerza el desarrollo psicológico del protagonista y genera una atmósfera de tensión creciente.

La introducción establece el tono de arrepentimiento y culpa por parte del protagonista, creando una atmósfera inquietante.

El desarrollo interno del personaje se ve intensificado por el uso del narrador no confiable, ya que sus percepciones se distorsionan debido al alcohol, creando una tensión entre lo que él cree que está sucediendo y lo que realmente está ocurriendo.

El conflicto con el primer gato, al principio objeto de cariño, se convierte en el objetivo de su violencia tras su creciente ira y paranoia, exacerbada por el alcohol. Su asesinato es el punto de no retorno, marcando la entrada en un estado de locura y la activación del catalizador que desata su autodestrucción. La aparición de un segundo gato, con características inquietantes, intensifica la paranoia del protagonista.

El clímax de la narración llega con un hecho cuasi predecible, más no esperado. Un acto que culmina en su caída completa en la locura y el crimen, donde sus sentimientos de culpa se mezclan con una alucinación.

En el final del cuento, un gran detalle que revela el crimen último del narrador. Una revelación de la verdad, con el protagonista enfrentando su castigo por las atrocidades que ha cometido bajo la influencia del alcohol que condujo su locura.

La estructura de Poe, con sus giros y momentos de tensión psicológica, mantiene nuestra inquietud , construyendo una atmósfera de horror psicológico mientras se revela gradualmente la degradación mental del protagonista. La progresión de su locura, desde un hombre "normal" hasta un criminal perturbado, está cuidadosamente diseñada para ilustrar el poder destructivo del alcohol y su consecuente culpa.

Mi Valoración

Leímos este libro durante agosto 2024.

Me pareció una lectura intensísima. Muy directa. Poe no tuvo rodeos en meternos de lleno al quid de la cuestión. Desde el principio capturó mi curiosidad. Y lo que vino después, lo contó sin vueltas, noqueando mi psiquis hasta llevarla a lugares inesperados para ser un cuento tan corto.

Es un relato que merece el rato de lectura y que después te deja pasmada por otro buen tiempo.

Agradecí el “in crescendo” tan resumido y las palabras tan filosas con las que se dedicó a describir ciertas secuencias.

Me hubiera gustado un poco más de extensión en la historia (un poco más de páginas describiendo lo macabro) pero admiro que Poe no cediera ante ese llamado tentador a alargar algo que no se debe. Así que, tampoco puedo quejarme. Lo hizo bien.

Un cuento que me dejó mirando a la nada y pensando en todo. Shock!

De dónde saqué la info?

Bueno wach. En esta oportunidad no tuve la precaución de ir guardando todos los links de artículos que leí para hacer esta entrada e incluir las fuentes. Soy sincera. PERO... prometo ser más cuidadosa para el resto de las entradas y compartírtelo.